25 de noviembre de 2010

¿Qué información debo tener en mi hogar en caso de una emergencia?

Cartilla de seguridad familiar: hoja con datos personales de cada uno de los habitantes que incluya nombre y tipo de sangre, números telefónicos, datos laborales y del vehículo que conducen, así como del seguro social y médico de confianza.

Teléfonos de emergencia: servicios de emergencias médicas, bomberos y policía más cercanos a su casa.

Inventario de artículos y vehículos del hogar, con una descripción, marca, modelos, color y número de serie en su caso, ya que esta información será importante para la valuación de un robo, de ocurrir, y la correcta integración de la denuncia.

Relación de tarjetas de crédito, con los números de reporte en casos de emergencia para cancelar de inmediato en caso de extravío o robo y evitar cargos indebidos.

Directorio vecinal con los teléfonos al menos de los vecinos próximos a nuestra casa (a los costados y enfrente, si viven en casa, y de los vecinos de arriba, debajo y del mismo piso, si viven en departamento).

Por último, tenga documentos importantes bien resguardados en cajas de seguridad a prueba de agua y fuego y agrupados por si tiene que salir rápidamente de la casa. 

Fuente: http://www.manualdeseguridad.com.mx/aprende_a_protegerte/plan_de_seguridad_familiar/plan_de_seguridad_familiar4.asp

22 de noviembre de 2010

¿Qué hago para que mis niños estén seguros en mi hogar?

Edúquelos en Seguridad. Instrúyalos respecto de las políticas de seguridad al entrar y salir de casa, así como para abrir la puerta.

Evite en lo posible que contesten el teléfono y sensibilícelos para que notifiquen a un adulto de confianza cualquier situación extraña que observen o perciban.

Sea precavido en relación a las personas que encargue el cuidado de sus hijos.

En internet, prepárelos para el manejo seguro; la computadora debe estar colocada en un área de convivencia común y es de vital importancia el sensibilizarlos para no divulgar información sensitiva personal o familiar, así como de las formas en las que operan los acosadores cibernéticos, quienes mediante engaños los pueden obligar a recibir o enviar fotografías o videos inadecuados.


Fuente: http://www.manualdeseguridad.com.mx/aprende_a_protegerte/plan_de_seguridad_familiar/plan_de_seguridad_familiar4.asp

17 de noviembre de 2010

¿Qué medidas debo tomar en mi casa para evitar una intrusión ilícita?

Las políticas de seguridad en el hogar constituyen una de las mejores barreras ante la delincuencia. Resulta fundamental adiestrar a todos los habitantes respecto de los procedimientos seguros para entrar y salir de casa, el ingreso de vehículos, acceso de visitantes, labores de empleados domésticos y de comunicación.

Quien decide irrumpir en una casa, primero observa la que ofrece mayores facilidades de acceso, la que se percibe con mayor poder adquisitivo y en la que no saltan a la vista, mecanismos ni políticas de seguridad.

Revise analíticamente su casa y piense por dónde pueden ingresar los delincuentes: trepando por una barda, rompiendo un cristal o domo, escalando un árbol o forzando una puerta. Una primicia de seguridad en casa es la protección de perímetros y el cuidado de accesos. Por ello, instale una mirilla en la puerta, cadena de seguridad y dos chapas, proteja domos y ventanas e ilumine su fachada, instale luces con encendido automático al oscurecer y con sensor de presencia para patios traseros y laterales,

Atranque sus puertas y ventanas. De acuerdo a sus posibilidades, eleve bardas, instale equipos disuasivos como alarmas y cámaras de circuito cerrado de televisión, coloque mallas metálicas o electrificadas y letreros que pongan de manifiesto la presencia de sistemas de monitoreo, alerta y vigilancia vecinal, así como de perros de defensa. Adquiera y entrene un perro para seguridad, sus ladridos funcionan, en muchos casos, mejor que algunos sistemas electrónicos.

Fuente:  http://www.manualdeseguridad.com.mx/aprende_a_protegerte/plan_de_seguridad_familiar/plan_de_seguridad_familiar2.asp

15 de noviembre de 2010

2. ¿Cómo mido mi nivel de riesgo? ¿En qué consiste esa medida de la que tanto se habla?

Una vez identificadas todas las amenazas a las que se está expuesto, se debe medir el riesgo, es decir, la probabilidad de que dichas amenazas se concreten en afectaciones reales.

Es preciso determinar nuestro nivel de exposición; la frecuencia con la que estamos expuestos a amenazas (si vivimos en una zona peligrosa, por ejemplo), qué tan vulnerables somos ante ellas (no contamos con chapas de seguridad en casa, nuestras bardas son bajas y las ventanas no tienen protecciones, entre otros) y qué tan peligroso puede ser para nosotros (si normalmente en la zona existe una alta incidencia de robo a casa habitación).

Basado en ello, elaboramos nuestro plan, evitando que estas tres condiciones se integren; hacemos una matriz en donde priorizamos de acuerdo a lo que más estamos expuestos y qué amenaza pudiera afectarnos más; entonces reducimos las condiciones de riesgo para aumentar así las de seguridad.



11 de noviembre de 2010

PLAN DE SEGURIDAD FAMILIAR







1. En términos de prevención de delitos, los expertos siempre recomiendan elaborar un plan de seguridad familiar, ¿cómo se lleva a cabo?

Consiste en identificar todas las amenazas a las que está expuesta una familia (robo, asalto, secuestro, chantaje, fraude, entre otros), en su hogar, en su sitio de trabajo y durante sus traslados, contemplando también sus lugares de visita frecuente.

En el plan, deben incluirse medidas preventivas para evitar que estas amenazas se concreten y, en caso que así ocurra, contemplar las medidas reactivas, es decir, tener un plan de manejo de crisis, a fin de que las mismas afecten lo menos posible, tanto a la integridad física de la familia, como a su patrimonio y su imagen ante la sociedad.

Es importante implementar, en el plan, estrategias de comunicación con los familiares en las que se establecen códigos secretos o claves, para alertarlos en caso de emergencia o bien constatar su identidad en caso de una supuesta llamada de secuestro.



Fuente:


Enrique Tapia Padilla


Licenciado en Mercadotecnia y Maestría en Administración por Sylvan International Universities. Diplomado en Alta Dirección de Seguridad Integral por la Universidad del Valle de México. Certificado por la American Society for Industrial Security (ASIS) como Profesional en Protección CPP. Se desempeñó como coordinador del comité de protección ejecutiva y familiar en ASIS, capítulo México, y actualmente está a cargo de la coordinación del comité de seguridad corporativa. Miembro de la mesa directiva de la Asociación Mexicana de Especialistas en Seguridad Integral (AMEXSI).

Consejero permanente de seguridad en diversas asociaciones de empresarios en México. Actualmente se desempeña como Socio Director de ALTAIR, firma especializada en consultoría, inteligencia y capacitación en seguridad empresarial, protección ejecutiva y familiar.

7 de noviembre de 2010

Televisión y violencia: su impacto sobre niños y adolescentes




La adolescencia es la etapa de la vida comprendida entre los 10 y los 19 años de edad, de acuerdo con la definición de la Organización Mundial de la Salud. 

Durante este período de la vida se producen una gran cantidad de cambios físicos, psicológicos y sociales normales, que conducen a su inserción positiva y productiva en la sociedad, y un muy reducido grupo de ellos y ellas adoptan conductas hostiles y violentas que se manifiestan de varias formas que preocupan a la sociedad. A su vez, también ellos son blanco de violencia por parte de la sociedad, de sus padres y otros adultos. 

Estas conductas no deseables tienen varios orígenes o causas: entre ellas, la violencia del medio (barrio, comunidad) en que viven y se desarrollan cuando niños, la violencia doméstica familiar (psicológica, física, sexual o por negligencia) que sufren desde edades muy tempranas y la exposición a los medios de comunicación masiva y sobre todo la televisión que les ofrece como producto de consumo diario, las más variadas formas de violencia psicológica, física, sexual, autoinfligida o contra terceros y sus propiedades. 

Es sobre esta exposición indiscriminada a la que se expone a los niños de todas las clases sociales y sus efectos que deseo poner en su conocimiento un artículo publicado por la 
Academia Americana de Psiquiatría de la Niñez y Adolescencia1. ¨Los niños y la violencia en la televisión¨. 

Muchos niños pasan un promedio de 3-4 horas diarias viendo televisión. La televisión puede ser una influencia muy poderosa en el desarrollo del sistema de valores, en la formación del carácter y en la conducta. Lamentablemente muchos de los programas de televisión contienen un alto grado de violencia. Los psiquiatras de niños y adolescentes que han estudiado los efectos de la violencia en la televisión han encontrado que éstos pueden: 

  • Imitar la violencia que observan en la televisión,
  • Identificarse con ciertos tipos, caracteres, víctimas y/o victimarios
  • Tornarse ¨inmunes¨ al horror de la violencia; y
  • Gradualmente aceptar la violencia como manera de resolver problemas.
De manera que la exposición extensa a programas de televisión que contengan violencia causa mayor agresividad en los niños. En ocasiones, el ver tan sólo un programa violento puede aumentar la agresividad. Los niños que ven espectáculos en los que la violencia es presentada de forma muy realista, repetida, o sin ser castigada, tienen mayor probabilidad de imitar lo que ven. El impacto de la violencia en la televisión puede reflejarse en la conducta del niño inmediatamente o manifestarse más tarde en su desarrollo. Las jóvenes pueden afectarse aun cuando en la atmósfera familiar no haya tendencia hacia la violencia. Esto no quiere decir que la violencia que se ve en la televisión es la única causa de conducta violenta o agresiva, pero no hay duda de que es un factor significativo.
Los padres pueden proteger a los niños del exceso de violencia en la televisión:
  • Prestando mayor atención a los programas que ven los niños.
  • Estableciendo límites en el tiempo que pasan viendo televisión.
  • Evitando que vean aquellos programas conocidos como violentos. Deben cambiar el canal, o apagar el televisor cuando aparecen escenas ofensivas, y explicarle al niño aquello que consideran malo o inadecuado del programa.
  • Señalar al niño que aunque el actor no se lastimó, hirió o murió durante el programa, la violencia puede producir dolor o muerte si sucede en la vida real.
  • Desaprobando los episodios violentos que suceden frente a los niños, enfatizando el hecho de que esa no es la mejor forma de resolver un problema.
  • Para contrarrestar la presión que ejercen los pares, compañeros y amigos, debe comunicarse con otros padres para poner en vigor reglas similares sobre el tiempo y tipo de programa que deben ver los niños.
Los padres deben utilizar estas medidas para prevenir los efectos dañinos que la televisión puede tener en otras áreas como el estereotipo racial o sexual. Aparte del contenido del programa de televisión el tiempo que los niños dedican a esta actividad debe limitarse ya que los saca de actividades más provechosas como lo son el jugar con sus amigos, la interacción familiar, el estudio y la lectura. Si los padres tienen dificultades serias estableciendo controles y límites o preocupación genuina en cuanto a la reacción del niño a la televisión, deben consultar a un Psiquiatra de niños y adolescentes para que les ayude con el problema.¨
 
Para lograr el desarrollo positivo de nuestros adolescentes se hace necesario que los padres brinden afecto a sus hijos, que mantengan un diálogo abierto y receptivo, y al mismo tiempo establecer límites conjuntamente con ellos, en las múltiples situaciones que se presentan en diario vivir y convivir.

Dr. Solum Donas
Consultor OPS/OMS
Salud Integral del Adolescente
02 de julio de 1998


1. En internet www.psych.med.umich.edu/web/aacap/