Las políticas de seguridad en el hogar constituyen una de las mejores barreras ante la delincuencia. Resulta fundamental adiestrar a todos los habitantes respecto de los procedimientos seguros para entrar y salir de casa, el ingreso de vehículos, acceso de visitantes, labores de empleados domésticos y de comunicación.
Quien decide irrumpir en una casa, primero observa la que ofrece mayores facilidades de acceso, la que se percibe con mayor poder adquisitivo y en la que no saltan a la vista, mecanismos ni políticas de seguridad.
Revise analíticamente su casa y piense por dónde pueden ingresar los delincuentes: trepando por una barda, rompiendo un cristal o domo, escalando un árbol o forzando una puerta. Una primicia de seguridad en casa es la protección de perímetros y el cuidado de accesos. Por ello, instale una mirilla en la puerta, cadena de seguridad y dos chapas, proteja domos y ventanas e ilumine su fachada, instale luces con encendido automático al oscurecer y con sensor de presencia para patios traseros y laterales,
Atranque sus puertas y ventanas. De acuerdo a sus posibilidades, eleve bardas, instale equipos disuasivos como alarmas y cámaras de circuito cerrado de televisión, coloque mallas metálicas o electrificadas y letreros que pongan de manifiesto la presencia de sistemas de monitoreo, alerta y vigilancia vecinal, así como de perros de defensa. Adquiera y entrene un perro para seguridad, sus ladridos funcionan, en muchos casos, mejor que algunos sistemas electrónicos.
Fuente: http://www.manualdeseguridad.com.mx/aprende_a_protegerte/plan_de_seguridad_familiar/plan_de_seguridad_familiar2.asp
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