Diciembre 2010 - Medio ambiente en resistencia
Juan Pablo Soler y Marco von Borstel
Durante la primera y segunda semana de octubre los colores de la cultura, la resistencia y la hermandad de los cinco continentes se dieron cita en Temacapulín, para llevar a cabo el Tercer Encuentro Internacional de los Afectados por Represas y sus Aliados. Durante este evento se observaron en el famoso poblado de los Altos de Jalisco, múltiples escenas surrealistas e históricas que conmovieron a todos los participantes y se escucharon las voces de los pueblos de los cuatro rumbos del planeta a favor de los ríos, la vida, los derechos humanos y las comunidades.
La última reunión mundial de los afectados tuvo lugar en Rasi Salai, Tailandia, en el 2003, donde con el apoyo internacional se logró que se abrieran las compuertas de la represa que ahogaba la cultura, tradición y modos de vida de la comunidad local. El Tercer Encuentro sucede en el marco de la resistencia pacífica que encabeza la población de Temaca, con la clara intención de fortalecer los movimientos regionales y respaldar la demanda por la cancelación del proyecto El Zapotillo al gobierno mexicano y del Estado de Jalisco.
320 delegados de 54 países del mundo y alrededor de 500 personas mexicanas aliadas con la lucha de Temacapulín, convivieron en el poblado para intercambiar experiencias de luchas y alternativas, participando en los espacios de formación y evaluando sus acciones locales y regionales, para dibujar conjuntamente líneas de acción regionales y globales. El Encuentro estuvo lleno de reuniones, diálogos y actividades culturales como presentaciones de video, música, danzas tradicionales, fiestas y exposiciones fotográficas y pictóricas.
Este evento significó un salto cualitativo para las comunidades afectadas por la presa El Zapotillo, al evidenciar con indignación el avance de las obras de la cortina, conocer a través de los visitantes que su pesadilla puede detenerse y que la historia de otras luchas da cuenta que el camino de la resistencia pacífica es el más adecuado. También encontraron que no existe ninguna experiencia en donde los gobiernos o empresas hubiesen cumplido sus promesas, o donde la construcción de la represa en sí, hubiese mejorado las condiciones y calidad de vida. Es más lo que se pierde que lo que se gana con la represa El Zapotillo; no es racional renunciar a la riqueza histórica y el patrimonio cultural que se han alojado a lo largo de 14 siglos entre los cuatro cerros que bordean el pequeño poblado, a cambio de tan solo dos o tres décadas de agua, que es la proyección de vida útil de la presa; por tanto, Temaca debe consagrarse como patrimonio histórico de todos y todas las habitantes de este planeta, más aún cuando existen alternativas viables que las autoridades se niegan a contemplar.
Sin embargo, la pesadilla de El Zapotillo no es aislada, en Jalisco se plantean numerosos proyectos sobre la cuenca del Río Santiago y Río Verde que afectan a otras poblaciones. Durante el Encuentro se realizaron visitas a las comunidades afectadas por el proyecto hidroeléctrico La Yesca, a la Barranca Huentitán donde se pretendía construir la presa de Arcediano, a las personas afectadas por la primera hidroeléctrica del país en El Salto y Juanacatlán y el sitio donde se construye la cortina del Zapotillo, haciendo una clausura simbólica de esta obra. En estos recorridos se evidenciaron las formas autoritarias con las que se impulsan estas megaobras y sus consecuencias. A nivel nacional la situación no es diferente, el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER), denunció la irregularidad por medio de la cual avanza, o se han construido, los proyectos de Picachos, La Parota, Las Cruces, Paso de la Reina, El Cajón, La Yesca, Cerro de Oro, los proyectos del Usumacinta y en la región mazahua, entre otros.
Las represas obedecen a una política obsoleta de gestión de agua y energía. Se siguen construyendo presas para el abastecimiento de agua cuando la eficiencia de los sistemas de distribución en las ciudades no supera el 70% en México; para el abastecimiento de energía cuando las poblaciones aledañas a las presas o directamente afectadas carecen del servicio de energía eléctrica o pagan las mas altas tarifas del país, además estas obras se construyen desplazando numerosos pobladores aún cuando se avizoran otras alternativas más rentables y de menor impacto socioambiental. El agua y la energía en todo el mundo deben considerarse un derecho humano y abstraerse de la lógica del capital, que solo lo ve como negocio antes que priorizar su abastecimiento a toda la población como condición necesaria para tener condiciones de vida dignas.
Después de 10 años de emitidas las recomendaciones de la Comisión Mundial de Represas, los participantes declararon que los ríos siguen siendo asesinados, los medios y formas de vida desapareciendo, la criminalización de la protesta social agudizada, los derechos individuales y colectivos violentados, los acuerdos internacionales firmados por los gobiernos, ignorados en la mayoría de los casos, y la vida, en general, no vale nada para los promotores de las represas. Los impactos sobre la vida de las mujeres ha quedado en evidencia, estos jamás son tenidos en cuenta en las indemnizaciones (cuando son llevadas a cabo) perpetuando el patriarcado generador de múltiples problemáticas de la sociedad actual.
El Encuentro ratificó el llamado a los gobiernos, agencias de cooperación y empresarios a descalificar las represas como Mecanismo de Desarrollo Limpio; estas son una de las grandes fuentes de emisión de gases efecto invernadero, y por tanto no contribuyen a mitigar el calentamiento global, y sus promotores se empecinan por ocultar los impactos reales sobre las poblaciones y el ambiente.
En pleno los participantes del Encuentro apoyan y se suman a las acciones que desarrollan el movimiento global por la justicia climática, en el marco de la conferencia de las partes, que se llevará a cabo en la ciudad de Cancún, México el presente año.
Temacapulín y su resistencia paradigmática contra los intereses del gran capital ahora son parte de la historia del Movimiento Internacional de Acción contra las Represas; los OjOs del mundo están puestos en Temaca, en la defensa de la vida, del territorio y de su historia. Esta lucha adquiere dimensión internacional y una vez más queda evidente la necesidad de que todos los gobiernos deben aplicar los lineamientos internacionales, como el derecho a la información y la consulta, para que ya no existan Zapotillos, Parotas, Belo Montes, Pacuares, Hidrosogamosos, ni Tres Gargantas.
¡Aguas para la vida, no para la muerte!
