10 de enero de 2011

La tragedia de Ciudad Juárez - El Universal - Editoriales

La tragedia de Ciudad Juárez - El Universal - Editoriales

Cómo se le ocurre a Barry McCaffrey compararnos con Afganistán; seguramente no conoce Juárez: la industria maquiladora donde hay 185 mil trabajadores, los miles de cruces fronterizos diarios, la Universidad... Juárez es una ciudad pujante, y hasta hay quien propone que “se deben controlar las ediciones de los periódicos que hablan mal de Juárez”.

Cada vez que el diario EL UNIVERSAL aborda el tema de Juárez, hay voces de protesta porque están desprestigiando a la ciudad. Y es que resulta muy difícil para alguien que no es de la frontera norte comprender por qué en una ciudad de unos 15 millones, como lo es la zona metropolitana del Distrito Federal, hubo en 2010 alrededor de 2 mil homicidios y en cambio en Juárez, con un millón 300 mil habitantes, tengamos 3 mil 100 o 3 mil 200 —son tantos los muertos que ni siquiera se pueden poner de acuerdo en una sola cifra—. A los juarenses no nos queda otra salida que oír los lamentos de quienes han dejado hundir el barco y ver que no lo pueden sacar a flote a baldazos.

Pero, en la entrevista al ex “intocable” de Estados Unidos (así designan ellos al máximo jefe de la lucha antidrogas), hay un párrafo que es fundamental subrayar: “México debe esperar, debe demandar la total cooperación y apoyo de EU y la comunidad internacional. Esto no es un problema que solamente México está haciendo; otros han contribuido, Estados Unidos con dinero de las drogas y armas automáticas. Y México debe esperar la legitimación y el apoyo de la comunidad internacional”.

Efectivamente, desde el lugar inimaginable pero real a que se refiere, vemos cómo la demanda de la verdadera ayuda internacional no se da con la seriedad y energía necesarias; es más, los políticos de los diferentes partidos continúan con sus riñas domésticas sin sentido y poses demagógicas que los exhibe como inhumanos, insensibles e ignorantes, y vemos cómo el problema se les ha escapado de las manos. Vivir esto es muy diferente de analizarlo. Advertimos que no se necesita sólo ayuda monetaria; se necesita una participación responsable para enfrentar al mal; se necesita una verdadera operación internacional de rescate en los terrenos económico, social, policiaco, cultural, un verdadero plan de solidaridad entre naciones, pues México y Centroamérica no pueden solos, entendiendo con los límites de la soberanía de cada país.

La sociedad estadounidense es la que provee de dinero a las mafias de narcotraficantes al comprarles la mercancía, y además ellos reciclan parte de ese dinero al venderles las armas y equipos que usan en su guerra. También ellos son los que venden las armas al gobierno de México para que sostenga esta lucha en nuestro territorio.

En esta guerra hay ganadores y viven en EU, justo es que sean partícipes en las acciones necesarias para rescatar a México de la violencia infernal que vivimos. Sin embargo, adoptan con frecuencia poses pontificias para criticar a “los corruptos mexicanos”, y esas actitudes las vemos de diario y nos ofenden profundamente, porque los vemos criticándonos mientras los dealers, en cualquier esquina del centro, venden mariguana de Gómez Palacio.

Se necesita que los representantes de México demanden esa corresponsabilidad y trabajen por el respaldo internacional como por una campaña electoral. El enemigo no es sólo la delincuencia organizada, pues enfrentamos un proceso de aceptación de la impunidad y de la violencia, y hablando en términos globales, ya en Europa comienza la provisión de recursos a los narcos mexicanos.

Por eso subrayo la afirmación de Barry McCaffrey, porque es injusto que para que ellos vivan en el cielo naranja de las drogas y las armas nosotros nos hundamos en el infierno de la realidad.

Visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua

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